Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de

No te arredren los fuegos adversarios. Pídeme cuanto quieras y te obedeceré de inmediato. No te compadezca mi casco acribillado, no te intimiden mis fierros que se trituran y derrumban con estrépito. Pídeme que siga adelante velozmente y te obedeceré de inmediato. Si las metrallas barren mis cubiertas y mis blancos rasos se transforman en púrpura con la sangre que los riega, pídeme siempre adelante a toda fuerza, aunque vaya hundiéndome. Y si agonizo, cual herido corcel que le clavan las espuelas para estimularlo, clava tú también nuestro pabellón en lo más alto, para que, al igual que una hermana mía hundida en Iquique, llegue engalanado a reunirme con ella. No me abandones en esa agonía, ni me entregues al enemigo. Recuerda que he sido tu más leal compañero y amigo. ¡Húndete conmigo! Y al morir, quiero tener el final de un paladín de leyenda que al caer derribado y agónico, agite en alto la oriflama de la dama de sus amores. Quiero yo también llevar en lo más alto de mi mástil esa oriflama de mis amores, que al hundirme sea ese mástil como un brazo mío, que se alarga desde las profundidades agitando hacia su tumba, como despedida, ese pabellón querido. Medita este dilema, porque puedo ser también tu pedestal de gloria. Imagina tu regocijo y el mío si desde nuestra tumba submarina presenciamos detenerse en torno nuestro, a toda la flota y sentimos al sonar de los clarines, el saludo de homenaje que nos rinden, escuchando una alocución en honor nuestro: ¡Marinos de Chile… descubrirse!. ¡Aquí se hundió un buque nuestro con su bandera al tope, llegue hasta su tumba el homenaje de nuestra flota! Hacedme merecedor a esos honores, al igual que le tributan a esa hermana mía, hundida gloriosamente. Su nombre es el de una joya preciosa engarzada en aureolas, cuyo color simboliza la esperanza.

Anhelo yo también esos honores, como final glorioso de mi vida a flote. Pero para alcanzar esa gloria, ¡cuídame en la paz, tripulante mío!, y cuídate a ti mismo, superándote y buscando en la ciencia, la manera más segura y eficiente de conducirme donde se triunfa, o hacia donde se traspasan los umbrales de la inmortalidad.

307 Canciones y Poemas del Mar de Chile Capítulo Veinticinco

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