Microsoft Word - Cartilla EL EJERCICIO DEL MANDO 2025 25 nov

El primer voluntario fue el Marinero (Mn) Mario Fuentealba, quien junto al resto de la partida se desplazaron rápidamente hacia el sector de la Roca Campanario, para comenzar la ayuda a quienes podían lograr salvarse. Como se ha indicado anteriormente, la fuerza del mar era fuerte, por lo que en la playa la tarea de rescate era extremadamente peligrosa y difícil. La primera persona que pudo rescatar Fuentealba fue al Segundo Comandante del buque siniestrado, Teniente Segundo Guillermo Aranda, luego y, pese al cansancio que sufría este Marinero, ingresó al agua nuevamente y varias veces más para rescatar a los náufragos, salvándole la vida a otras cuatro personas. Sin embargo, y pese a que innumerables rescatistas le indicaron que no podía ingresar nuevamente al mar, desoyó estos consejos para rescatar más personas. La fuerza del mar pudo más y Fuentealba murió es esta última acción. De manera póstuma, la institución le otorgó la medalla al valor en su máxima distinción “estrella de oro”, ya que en el año 1961 se le había otorgado el mismo reconocimiento al salvar a un marino quien cayó al mar en la Bahía de Talcahuano. Hasta el día de hoy, Fuentealba es el único miembro de todas las FF.AA. que ha recibido dos veces esta distinción. Mientras tanto y, a bordo del Janequeo, cuatro marinos lograron saltar a la Roca Campanario, siendo uno de ellos el Cabo (Mq. Ca.) Leopoldo Odger quien había perdido pocos minutos antes un ojo al ser aplastado por una mariposa de una tapa de combate. Luego estos náufragos por la fuerza de las olas, fueron lanzados al mar. El Cabo Juan Espinoza, quien se estaba ahogando, posteriormente indicó “…no sé cómo llegué a la orilla, pero sí recuerdo perfectamente que alguien me rescató cuando las posibilidades de salvación eran nulas…” , la persona que lo había salvado era el Cabo Odger. Luego en un segundo intento, este mismo Cabo logra salvar la vida del Marinero Osvaldo Calderón, quien también se encontraba en peligro de muerte por la fuerza de las olas. Pero el Cabo Odger volvió a ingresar al agua ante los gritos de auxilio de otro náufrago, pero esta vez su acción de arrojo y valentía le cobró la vida al igual que el Marinero Fuentealba. Los restos de estos dos marinos descansan actualmente en el Patio Memorial de la Escuela de Grumetes.

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