Microsoft Word - Cartilla EL EJERCICIO DEL MANDO 2025 25 nov
Como se aprecia, la línea entre una relación agradable de trabajo y la fraternización es muy difusa, debiendo ser el Oficial (más antiguo) quien debe establecer los límites. Lo que puede existir es afecto hacia una persona, pero esto es distinto que fraternizar con ella. Un claro ejemplo de lo anterior es un partido de fútbol, donde no hay que confundir ser compañero de equipo con la amistad. El Oficial no es amigo de sus subordinados , sino que es quien los conduce, pudiendo ser apreciado, pero jamás llegar a situaciones de fraternización. El grave problema, entre otros, es que cuando se quiera exigir o aplicar justicia, el subordinado no lo entenderá. El afecto. En la Armada cuando alguien trabaja mucho tiempo con una persona y ha habido una mutua buena relación profesional entre ellos, se logra un aprecio o afecto, que no debe ser confundido con la fraternización. Hay que tener muy presente que, cuando se confraterniza con un menos antiguo, el resto de los subordinados observa y hace un juicio de valor al respecto que obviamente no será positivo hacia el más antiguo. Especial cuidado de tenerse con fraternizaciones de Oficiales con subordinados de diferente sexo, ya que se puede mal interpretar esta situación anómala. Quien manda fraternizando, también está perdiendo autoridad moral con su gente y puede llegar incluso a crear divisiones dentro de su equipo de trabajo. Otro aspecto a considerar es que el subordinado también va a ser cuestionado por su entorno, incluso cuando esta persona no tenga interés en fraternizar con alguien más antiguo que él. PROBLEMAS CON LA FRATERNIZACIÓN ¿SE PUEDE LIDERAR SIN AUTORIDAD JERÁRQUICA? La respuesta más sencilla es no, pero en realidad en casos excepcionales sí se puede. David Fischman cuenta la historia de un niño que vio caer un auto a un lago. Varios adultos que también estaban presentes en el lugar no acudieron a la ayuda del conductor siniestrado, sin embargo, el niño se sumergió en el agua para tratar de salvar al conductor. Obviamente, por su edad, no podía hacer mucho, pero los adultos al verlo en una actitud tan desafiante ante lo imprevisto, se comprometieron y finalmente ayudaron al niño y lograron salvar a la persona en problemas. Este niño, sin saber, ejerció liderazgo sobre otras personas y sin tener ninguna autoridad jerárquica (poder) sobre ellos.
26
Made with FlippingBook Digital Proposal Maker