Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de

al día, en mal estado el equipo o el personal sin entrenamiento. - Discutir de Política o de Religión. - Tratar de cambiar todo cuando se recibe de un cargo, presumiendo que lo anterior está malo. Se debe recordar que es más fácil perfeccionar que reformar. El Oficial y la Moral Según el concepto clásico, la moral es el acto libre que procede de la razón y la voluntad, determinando una manera de actuar y constituyendo un conjunto de normas prácticas de conducta que tienden al bien común. Sin embargo, en el ámbito castrense se podría decir que la moral militar se entiende más bien como la determinación de una tropa para vencer obstáculos, su temple, su fortaleza ante la adversidad y la fatiga, y como la facultad para triunfar ante incomodidades y peligros, es decir, la voluntad de vencer que debe poseer una institución armada. Esta moral militar la podemos tomar de dos maneras: por un lado, la conducta militar se somete, por disciplina, a la vigencia de la norma dispuesta en reglamentos, ordenanzas y códigos, y por el otro el culto a la norma y de las virtudes militares, naciendo así una disposición anímica. Es por ello que el héroe no se da espontáneamente, sino que requiere que el militar haya cultivado virtudes, tales como la abnegación, fe en la causa y espíritu de sacrificio, ya que durante el combate no podrá “fabricarse” una disposición anímica que lo capacite para vencer el miedo y obrar meritoriamente. Factores morales Siendo la moral el factor básico del combate, se analizarán los factores y circunstancias que la caracterizan. Además del Don de Mando y la Disciplina, conceptos ya comentados, encontramos: a.- Compañerismo Factor que permite el mantenimiento de la moral alta, ya que promueve confianza y armonía de los hombres que conforman una fuerza, donde cada componente individual se verá rodeado de calor y ánimo en el momento del desaliento. Los hombres que tengan inculcados sentimientos de amistad, solidaridad y camaradería, darán mejores muestras de generosidad, entrega y valentía.

b.- Respeto y consideración personal Nuestro personal debe lograr un trabajo eficiente y bien hecho en todo momento y circunstancias, para lo cual los mandos deben, permanentemente hacerlos sentirse pertenecientes a un equipo eficiente en todos los órdenes, lo que incrementará su moral al sentir confianza en sí mismo. c.- Educación militar Tiene por objetivo específico, inculcar y exaltar las virtudes militares, orientar debidamente las aptitudes, desarrollar las cualidades físicas, desarraigar las malas tendencias, afianzar las buenas inclinaciones, crear y arraigar los hábitos positivos, es decir, por medio de la educación vamos a tratar de hacer del marino ese modelo de militar que queremos. La educación debe incidir en los distintos aspectos de la persona, como ser biológico (dotado de necesidades corporales, tales como alimentarse, comer, beber y vestirse); como ser sensitivo (educando instintos, encauzando impulsos, automatizando sus reacciones a la voz de mando, controlando emociones, esto es, estimulando la agresividad en el asalto, y la frialdad necesaria en acciones de comando); y como ser racional (dotando su inteligencia con los conocimientos adecuados a su preparación y a su misión, inculcando voluntad de vivir, patriotismo, honor, dignidad, disciplina, perseverancia, decisión, espíritu combativo, fe en la causa, exaltando el valor y el heroísmo). d.- La Educación de la Palabra y el Ejemplo El Oficial, como educador, dispone de dos medios fundamentales: la palabra y el ejemplo. El primero sólo logrará convencer al subordinado, mientras que el ejemplo los arrastrará, siendo por ello el medio más directo que el Oficial posee para influir sobre sus hombres. El valor del ejemplo, como el elemento de educación, se funda en la tendencia natural del hombre a reproducir los gestos y la manera de proceder en los demás. Sin embargo, la palabra la olvidará más fácilmente. El ejemplo provoca, en el que lo recibe, la sugestión, que es la influencia o presión moral que una personal ejerce sobre otra, debiendo el Oficial tratar de educar por el sólo peso de la autoridad o prestigio. Para tener éxito en ellos, será imprescindible que sea capaz de inspirar confianza.

215 Mando y Liderazgo Capítulo Diecinueve

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