Microsoft Word - Cartilla EL EJERCICIO DEL MANDO 2025 25 nov

Participativo: El líder toma las decisiones en conjunto con sus subordinados, siendo entonces más participativo. Delegador: Donde el líder deja a los subordinados tomar sus propias decisiones. Dependiendo del grado de madurez o experiencia de las personas, el conductor puede ir modificando su estilo, desde instruir a su gente (por ejemplo con gente con poca experiencia a bordo, donde hay que básicamente dirigir), pasando por persuadir (el Oficial dirige pero también apoya las ideas de su gente), participar (donde quien manda entrega bastante libertad, poco directivo, y apoyo en el proceso de gestión) hasta delegar (donde el Oficial no necesita apoyar ni dirigir a su gente, ya que confía en la gestión que realizarán sus subordinados. Como el título lo indica, el estilo de conducción va a depender entonces de la situación específica que se le presenta al Oficial a cargo. 2.- Conducción por contingencia 38 : La teoría de la contingencia no es otra cosa que considerar que cierta situación demanda distintos tipos de conducción. Un Oficial de División en la Escuela Naval requiere una conducción diferente si sus cadetes son de primer año o son brigadieres. Si un subteniente tiene que ser instructor de guardiamarinas en la Esmeralda, su conducción será menos participativa con sus subordinados que si se está desempeñando como segundo Comandante en un patrullero. El líder de acuerdo a la situación debe analizar cuál es el mejor tipo de conducción a aplicar, ya que, dependiendo de la organización, el ambiente y algunas situaciones especiales, aplicará modos de conducción distintos. Básicamente es muy similar al estilo de conducción situacional. C.- Conducción vista desde el ángulo del seguidor. 1.- Conducción transaccional 39 : Se sugiere un enfoque que pone énfasis en el líder, sus colaboradores y el contexto. El líder debe entregar valores y atributos, los colaboradores experiencia, cualidades, motivación, etc. Se basa entonces en una transacción o intercambio de premios o castigos por el desempeño de las personas. El líder debe conocer en detalle a su gente y debe asignarle objetivos logrables y medibles, para así determinar la correspondiente recompensa o punición por lo realizado. Como se puede apreciar, dentro de la Armada este modelo de conducción ha existido desde los inicios de la Institución, sin embargo, en una etapa más avanzada, este modelo no les permite a los subordinados comprender el porqué de las cosas. En todo caso, en la Marina el premio o sanción son necesarios, no sólo por la función de educar o corregir, sino que también como una manera de calificar a las personas.

38 Rodrigo Jordán y Marcelino Garay, Liderazgo Real, Pearson, 2009. 39 Teoría de Hughes, Ginnett y Curphy.

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