Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de

Principios de la Guerra Antiaérea En guerra A/A, los blancos aéreos avanzan a velocidades cercanas o superiores a 600 nudos, es decir 10 millas por minuto, esto es un factor primordial a considerar en la reacción, coordinación y rapidez de los hombres y sistemas de armas de los buques. De lo anterior, se deducen ciertos principios permanentes: 1. Medidas Ofensivas Las medidas ofensivas proveen la mejor defensa ante un ataque aéreo. Si la amenaza la constituyen aviones basados en tierra o portaaviones, la mejor defensa A/A será neutralizar o destruir al portaaviones o pistas enemigas. 2. Medidas de Decepción La tarea del enemigo puede ser dificultada mediante la decepción, encubriendo la posición de la fuerza o, por último, la posición de las unidades más importantes dentro de ella (HVU), pero siempre balanceándolo con otros factores tales como: - Misión de la fuerza, Amenaza submarina, Amenaza de superficie. - Necesidades de apoyo mutuo, Óptimo uso de los medios, Rápida reacción ante el ataque. 3. Defensa de Profundidad La efectividad de la defensa antiaérea es acrecentada considerablemente, empleando el principio de defensa en profundidad. Esto puede lograrse estacionando buques piquetes de radar, aviones de alarma temprana o cualquier sistema que provea un aviso adelantado del ataque aéreo. Los factores más importantes que controlan la expansión o concentración de una defensa en profundidad son: - Comunicaciones - Alcance de detección, Capacidades de los radares, Alcance de las armas, Equipos M.A.E. y C.M.E.

3. Transmitir las informaciones a quien dispone de los medios para lanzar el ataque. 4. Preparar los aviones atacantes, seleccionar y embarcar el armamento, dar las instrucciones necesarias para la conducción de la aproximación y el ataque, tiempo durante el cual la aeronave de exploración debe mantener el contacto con el enemigo y estar en condiciones de comunicarse con los aviones atacantes, para guiarlos con exactitud hacia su objetivo, manteniendo, a la vez, la mayor discreción posible para no atraer la atención del adversario. 5. Franquear las defensas del enemigo, evitar sus propios aviones de defensa, misiles antiaéreos, cañones y tácticas evasivas para llegar, por fin, a lanzar sus misiles, cohetes o bombas, lo suficientemente cerca para tener la seguridad de dar en el blanco. El éxito de un ataque de aviación contra buques de guerra en el mar depende de dos condiciones: a. Una exitosa secuencia Detección, Localización, Identificación, Traqueo, Aproximación y Conducción. b. Eficacia del ataque propiamente tal, frente a las defensas antiaéreas. La primera condición implica la existencia de aviones de patrullaje marítimo, aptos para efectuar la vigilancia y traqueo de los buques enemigos, y la conducción final de los aviones de ataque con precisión y seguridad. Las dotaciones de estos aviones deben conocer perfectamente las características, hábitos, acciones evasivas, empleo de deceptivos y otros medios que posee el enemigo, siendo capaces de avisar al mando, discretamente y sin demora, la posición del blanco. La segunda condición supone también la existencia de aviones especializados, que cuenten con los medios y armas necesarios para atravesar las defensas del enemigo y destruirlo. Un avión aislado tiene muy pocas posibilidades de atravesar las defensas modernas. Por eso, los aviones atacantes se agrupan con el objeto de provocar sorpresa, estupor y desbordar los medios de defensa. Aviones de ataque, caza y de interferencia electrónica se esforzarán por llegar hasta el objetivo, apareciendo simultáneamente, a baja altura, desde varios puntos del horizonte.

157 La Guerra en el Mar Capítulo Doce

- Grado y tipo de la amenaza 4. Economía de los medios

Se debe emplear el arma más apropiada en cada caso, evitando así su mal gasto, especialmente cuando se emplean misiles y patrullas aéreas de

Made with FlippingBook Ebook Creator