Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de
Temor Después del hambre y la sed, el temor es el instinto más fuerte y compulsivo. Toda persona siente miedo, con intensidad variable, en algún momento o en otro, no existiendo quien no experimente la sensación de temor alguna vez; sin embargo, gracias a una fuerte voluntad, puede ser capaz de contener dicha expresión, bajo un dominio más o menos completo. El temor puede reprimirse y mantenerse bajo un firme dominio, mediante la disciplina y el adiestramiento mental; cuando la mente está preparada y determinada para ejecutar una acción, no existe el temor, pero por circunstancias imprevistas, puede hacerse presente, y el contagio de su influencia puede extenderse desde su fuente original y abarcar un grupo entero de hombres. El temor aparece en algunos individuos cuando sienten miedo al caer al agua, a subir por alto, al estruendo de los cañones, a los movimientos del buque producto de un temporal, a la oscuridad y tantos otros. Este miedo puede revelarse con síntomas característicos, tales como respiración rápida e irregular, sequedad en la boca y labios, dilatación de la nariz, mirada fija, hablar incoherentemente y contracción involuntaria del vientre y la vejiga. Teniendo presente que una Escuadra puede quedar más debilitada por el temor que por el enemigo, y que “la aptitud de mantener la calma en horas de crisis, determina frecuentemente la victoria”, si queremos lograr tal victoria, será nuestra meta lograr adquirir el autocontrol que pueda dominar ese miedo tan propio del ser humano. Prat es ese ejemplo. Repulsión Es un sentimiento de aversión hacia algún objeto o hecho, y expresa la tendencia del hombre a corregir faltas en sus inmediaciones. La repulsión es un instinto de gran importancia práctica, por cuanto tiende a mejorar condiciones causales de las cuales puedan surgir consecuencias inconvenientes. Se deberá actuar con gran sentido común cuando se deba ordenar algo que restrinja la libertad del personal, sin ninguna razón que parezca justificada, produciendo invariablemente reacciones que atentan contra la disciplina.
Para ejercer la autoridad, el Oficial requiere tener presente que necesita: - Familiarizarse con la organización de la Institución a la cual pertenece, y con las misiones que se le han encomendado. Conocer la idiosincrasia y peculiaridades de los hombres que manda. - Conocer el escenario físico y ambiente en que ejerce la autoridad, es decir, el mar y las unidades navales, teniendo claro el efecto que produce en el personal este singular medio. - Tener presente que la autoridad que ejerce tiene por finalidad mantener alistada, en todo momento, a su unidad, en la parte que le corresponda, para entrar en combate, por lo cual se debe tener al máximo de eficiencia las armas y equipos, óptimo rendimiento de los hombres y ser capaces de infundir una moral alta, lo que obliga a mantener actualizados los conocimientos de la profesión. LA CONDUCTA HUMANA Instintos del hombre Si se quiere mandar hombres es necesario conocer la Naturaleza Humana, la cual está compuesta de instintos que en mucha parte gobiernan las acciones de la mayoría de los hombres. No es el objeto de este capítulo hacer un prolongado estudio de los instintos humanos, sino más bien enumerarlos y subrayar aquellos que principalmente interesan al conductor de hombres. Los más importantes, desde el punto de vista del Servicio Naval, son el hambre y la sed, el temor, la repulsión, la pugnacidad y la rivalidad, la imitación, la autenticidad, la justicia, la generosidad y el ímpetu. Hambre y Sed Son instintos fundamentales, por cuanto se relacionan con la propia protección y la conservación de la especie, siendo el acto de oposición a cualquier restricción al uso de alimentos o de la bebida. Son actos reflejos del individuo que pueden producir reacciones violentas, al no ser satisfechas oportunamente necesidades mínimas, las que pueden provocar descontrol y llegar hasta el límite del motín. Por ello es que una de las más importantes obligaciones del Oficial es la de asegurarse de que sus hombres estén bien alimentados, cerciorándose de que quienes estén ausentes del buque, en las horas de comida, a su regreso reciban raciones calientes y completas.
207 Mando y Liderazgo Capítulo Diecinueve
Made with FlippingBook Ebook Creator