Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de
Pugnacidad Instinto de agresividad y lucha que representa la tendencia a oponerse, a través del combate físico, a quienes amenazan el bienestar y tranquilidad del ser humano. Algunas veces sirve para formar excelentes combatientes, y otras, sólo un matón, que tarde o temprano terminará por revelar lo que es, rasgo que no debe tener un marino disciplinado. El Oficial debe aprovechar esa característica de su gente, colocando en el lugar a la persona adecuada que pueda mandar con energía al subordinado, y enseñar al matón lo necesario para conducirlo por la senda del bien común, y controlar así un instinto de agresividad que terminará siendo dañino cuando no se guía adecuadamente. Se debe tener presente que la riña está absolutamente prohibida por la reglamentación y es deber de los Oficiales impedir las peleas, buscando la causa y los responsables, a fin de educar y evitar su repetición. Rivalidad Es el deseo de competir con otros, con el fin de demostrar una excelencia relativa o una superioridad sobre los mismos. Dirigido correctamente, es una de las mayores fuerzas de la Armada, pues contribuye a lograr una mayor eficiencia y agudeza general. El Oficial que logre que en el personal de su División surja un sano espíritu de rivalidad y afán de competencia hacia otros grupos que los rodean, evitando las rivalidades personales que tienden a dividir a los grupos humanos, estará, de hecho, obteniendo una mayor eficiencia y rendimiento en su propio beneficio. Imitación Es la característica del hombre que tiende a copiar y adoptar las normas de los que admira y respeta, y de los que ocupan posiciones de autoridad sobre él. Esta tendencia de tratar de igualarse a otros que estimamos mejores que nosotros, aumenta y mejora nuestro propio rendimiento y eficiencia, lo que redundará en un mayor respeto a las condiciones de líder superior que podamos proyectar hacia nuestros subordinados. El poder de la imitación es tan fuerte, que normalmente la eficiencia y la agudeza general de un Oficial se verá reflejada en el comportamiento de su gente, la que verá aumentada su espíritu de cuerpo y motivación. El Personal Naval Los hombres que integran la Armada, tienen un factor común que es la juventud. Esta cualidad
se deberá tener presente a la hora de enfocar correctamente la búsqueda de la mejor solución en la problemática de la conducción de hombres. La instrucción de reclutas y el servicio en las Fuerzas Armadas permiten que se efectúe una decantación natural de las inquietudes juveniles, quedando al fin en sus filas, sólo aquellos que reflejan autenticidad, espíritu combativo y resolución en su vocación. De las innumerables características que tiene la juventud, se pueden destacar la autenticidad, la justicia, la generosidad y el ímpetu, que al ser utilizadas adecuadamente, permitirán lograr aquello que por otros medios sería imposible. Será el Oficial el responsable de adecuarlas a la finalidad que tienen las Fuerzas Armadas, a esa voluntad de servicio para con la Patria a la que se ha jurado defender y honrar hasta la instancia de dar la vida por su integridad y defensa. Autenticidad Esta característica es una de las más significativas. El joven es original y genuino, tiene ideales, metas y manera de pensar propias, todo lo cual le da una forma de actuar distinta a la del hombre mayor. El primer gran reto del Oficial es ganarse la estima, respeto y aprecio de sus hombres, explotando esta virtud y logrando así que el joven cumpla las misiones encomendadas con honestidad, con lo cual se logrará que éste se desempeñe con el máximo de eficiencia, en forma auténtica y coherente con los ideales y valores más arraigados en él. Justicia La juventud siente emoción por la justicia y clama por que se dé a cada cual lo que le corresponde. Esto lo lleva a buscar una Patria justa y armoniosa, de la que él sea uno de sus principales protagonistas, impulsándolo a mantener su patrimonio y valores en un ambiente justo y respetuoso, todo aquello enmarcado en los grandes ideales de la Nación. No debemos olvidar que las instituciones armadas son la columna vertebral de la República y constituyen uno de sus más firmes pilares. El Oficial deberá ser el firme sostén de la Justicia, aun en la rutina diaria, como es la distribución equitativa de las guardias, los trabajos, y la concesión de permisos especiales. Generosidad Este atributo lleva a la entrega sin reserva del hombre de armas al servicio de “los intereses
208 Capítulo Diecinueve Mando y Liderazgo
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