Orientación Profesional Manual para Cadetes 2013 - Armada de

“Vencer o Morir” Antiquísima costumbre resulta ser la de dar un nombre y un lema a cada nuevo buque, los que eran escritos en sectores de proa y de popa, sirviendo, tanto para identificarlos como para recordar la tarea a cumplir por él. Más tarde comenzaron a ser inscriptos en las ruedas de gobierno, en posición simétrica con el nombre del buque, siendo así como a la “Esmeralda”, hundida en Iquique, le fue asignado el lema “Gloria y Victoria”, y a la corbeta “O’Higgins” el de “Honor y Patria”. El 3 de abril de 1889, aniversario de nacimiento de Arturo Prat en Ninhue, y teniendo en consideración que éste había cumplido con el lema escrito en la “Esmeralda” de “Vencer o Morir”, el presidente José Manuel Balmaceda dispuso que los buques de guerra chilenos “que en adelante se construyan, llevarán el lema de Vencer o Morir en el lugar más aparente del alcázar”. COSTUMBRES VARIAS Escudos heráldicos Que nuestros buques tengan escudos constituye una costumbre que apareció en los años 50. Su origen estriba en la necesidad de contar con un símbolo que identificara a los integrantes de una Unidad, con el propósito de afianzar su espíritu de cuerpo. Hoy en día, también se utiliza este emblema de la unidad, para entregarlo como recuerdo a un miembro de la dotación en el momento de cumplir transbordo; como regalo a una visita o como presente de rigor en una visita de cámara. Pintura del costado de los buques Hacia fines del siglo XVIII, los buques se pintaban con diferentes colores, los que quedaban a gusto del constructor o de su Comandante. A comienzos del XIX, fue adoptada la usanza de pintarlos de color negro con líneas blancas horizontales que corrían de proa a popa a la altura de las portas por donde asomaba el brocal de los cañones. Cuando los buques comenzaron a ser construidos con cañones en cubierta, los cascos quedaron negros y la superestructura de los buques de fierro se comenzó a pintar de un color amarillo opaco obscuro, lo que también ocurrió con los buques chilenos que fueron pintados en esta forma, hasta comienzos del siglo XX. En 1903, se dispuso que los cascos de los buques fueran pintados de blanco y sus palos y chimeneas, amarillos; modalidad que no duró mucho, ya que cada

faena de carbón destinada a rellenar las carboneras, obligaba a pintar el casco nuevamente. Los cuadros en que se representan escenas navales en celebración del Centenario de la Independencia en 1910, muestran a nuestros buques pintados de blanco. En 1911, con ocasión de la coronación de Jorge V de Inglaterra, se envió en representación de Chile al crucero “Chacabuco”, que fue pintado de plomo completo para la ocasión, cambio que se había hecho en otras armadas y que, a partir de entonces, observaron todos los buques de guerra nacionales. Habiendo nuestro país, a fines de la Segunda Guerra Mundial, declarado la guerra al Japón, se dispuso que el casco de los buques fuera camuflado, razón por la cual, fueron pintados con franjas asimétricas de colores que variaban del plomo claro al plomo obscuro, con el objeto de hacer más difícil su observación en alta mar. Prohibición de matar albatros La costumbre de no matar albatros nació en la antigüedad, cuando se suponía que ellos eran la reencarnación del alma de los marineros muertos a bordo y sepultados en alta mar. Se decía que matar a un albatros traía mala suerte al buque durante la travesía. Santa Bárbara Santa Bárbara es la patrona de los artilleros. Vivió a fines del siglo III y murió martirizada por haberse convertido al Catolicismo y luego de ser denunciada por su madre, fue condenada a muerte por el Gobernador. Al disponerse la ejecución de la sentencia, un rayo cayó sobre él y sus verdugos, causándoles la muerte, siendo desde entonces que a la Santa le son atribuidos poderes como “defensora de rayos, truenos y llamas”, razón por la que con el advenimiento de la pólvora, pasó a ser honrada como patrona de los artilleros, bomberos y explosivistas. Las “Santabárbaras” se llaman así, porque en los antiguos pañoles de pólvora se colocaba su imagen, siendo común en nuestros buques encontrar su estampa en los Pañoles de Guerra. Tatuaje marinero Tal práctica parece proceder de Samoa e islas del Pacífico, desde donde se difundió a los pueblos costeros de Asia y de África.

235 Capítulo Veinte Tradiciones, Costumbres y Ceremonial Naval

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